
El problema es que no para todos es basura, sino un producto muy valioso que les permite actuar en la ilegalidad con un altísimo margen de rentabilidad.
Teníamos conocimiento de que el camión de la basura permitía que terceras personas 'bajaran' bolsas del polvo que nosotros habíamos desechado. Esto es, gente sin escrúpulos que es capaz de colocar dentro de un extintor polvo químico seco sacado de la basura de otra empresa y cobrarlo como una recarga. Clientes, alerta, esta es la única forma de ofrecer precios ridículamente bajos.
Conscientes de esta posibilidad, durante un par de meses decidimos retener el polvo de desecho mientras averiguábamos la mejor manera de hacerlo inutilizable. Adicionarle otros productos de desecho, mezclar diferentes colores y exponerlo a la humedad para que se solidificara fueron algunas de las iniciativas. ninguna de ella probó dejar el polvo en un estado que nos permitiera asegurar que no podría ser re-utilizado, además de consumir una gran cantidad de tiempo, espacio y recursos.
Decidimos que los más adecuado y efectivo en cuanto a costo era pedir un servicio especial de recolección que se encargara de llevar este producto directamente al relleno sanitario sin hacer paradas intermedias, además de acompañarlo durante su recorrido para asegurarnos de la disposición final del producto.
Unas dos horas les tomó a 5 trabajadores de Servicios Urbanos de Puebla cargar las 7 toneladas de Polvo Químico Seco que acumulamos durante un par de meses.
Debimos dedicarle tiempo, conocimiento y espacio de almacenamiento a este asunto y finalmente debimos pagar para asegurarnos de que se hiciera lo más adecuado.
Hacer lo correcto definitivamente sale caro, pero una reputación es invaluable.